Friday 28 August 2009

El culpable y tres ecuaciones

“Todo sistema esta diseñado
para obtener los resultados que obtiene”
“Errar, es parte de la condición humana:
No podemos cambiar la condición humana, pero sí podemos cambiar
las condiciones en las que el humano trabaja”
(Prof. James Reason)


José se vió forzado a quedarse cinco días más de lo necesario en el hospital como consecuencia de un error en la medicación: en vez de recibir 10mg del medicamento, recibió 100mg pues la indicación estaba escrita a mano y era poco legible. María murió en el hospital luego de un arresto cardíaco durante su estancia, pues a pesar de que su situación se deterioro progresivamente durante su estadía, nadie identificó el hecho. Cristina, de 85 años, se cayó en casa durante la noche y sufrió una fractura de cadera y fémur; la operación para reparar la fractura resultó en una infección nosocomial que la obligó a tener varias operaciones posteriores que originaron un marcado deterioro físico y neurocognitivo, además de la pérdida de su independencia pues ya no puede caminar. Juan tuvo que estar cuatro días adicionales en la Unidad de Cuidados Intensivos pues adquirió una pneumonía asociada al ventilador.

Numerosos estudios indican que al menos el 10% de admisiones hospitalarias terminan con un evento adverso, es decir, un acontecimiento que produce una lesión (daño) al paciente en forma de incapacidad, muerte o prolongación de la estancia (medible), relacionado con el proceso asistencial y no con la enfermedad subyacente. La gran mayoría de estos están relacionados con medicación, procedimientos e infecciones nosocomiales (vale recalcar que la cantidad de 'errores' que se cometen a diario en salud es exponencialmente mayor a la cantidad de eventos adversos, pero casi imposible de cuantificar).

¿Quién es el culpable de estos eventos adversos? La salida más fácil ante las situaciones descritas anteriormente es culpar a alguien, a un individuo. Pero la perfección humana es simplemente un mito, pues desde el punto de vista cognitivo somos frágiles. Los profesionales de la salud se forman con tesón y trabajan en su gran mayoría con las mejores intenciones, pero generalmente dentro de sistemas poco estructurados. La reflexión más importante ante estos hechos es la sistémica: ¿cómo diseñar sistemas que ayuden a los profesionales en salud a brindar un servicio confiable? Por ejemplo, para prevenir los eventos adversos descritos, el uso de sistemas de medicación electrónica (o chequeos dobles de prescripciones manuales); sistemas de gatillo ante deterioro de pacientes
('Early Warning Scores') ; la lista de chequeo para cirugías seguras de la Organización Mundial de la Salud; el ‘paquete’ de cuidados para pneumonia asociada al ventilador (‘Bundle of Care’). Como estas, hay muchas soluciones basadas en la evidencia para prevenir de manera proactiva errores que suceden con una frecuencia mucho más alta de la que nuestros pacientes esperan.

Para la reflexión, hay tres ecuaciones que pueden brindarnos casi de manera intuitiva respuestas implícitas y explícitas:

1. Estructura + Procesos = Resultado (Donabedian)

2. Contexto + Mecanismo = Resultado (Tilly, Pawson, Greenlaugh)

3. Psicología (interacciones humanas, etc.) + Comprensión del
sistema como tal + Comprensión de la variación como parte
esencial de todo lo que hacemos + Aprendizaje continuo = Conocimiento Profundo (Deming)


La realidad actual es que el trabajo en equipo en salud es un imperativo. Para prevenir eventos adversos y obtener mejores resultados, la solución no gira necesariamente alrededor de ignorar la responsabilidad individual o de un equipo de trabajo. Yo sugiero que la solución esta entre otras cosas en aprender de manera proactiva (intervenciones basadas en la evidencia) y reactiva (incidentes, reclamos, eventos adversos), de los éxitos y de los fracasos; en mejorar de manera continua (como individuos y como sistema); en crear ambientes de transparencia y sensatez, en los cuales la seguridad (del paciente) sea una precondición, y el respeto mutuo (intra e inter-profesional) sea no negociable, la colaboración sea la regla y no la excepción. Es decir, diseñar sistemas que conlleven a la excelencia.

Sunday 9 August 2009

Isabella

Ayer fuimos al primer cumpleaños de Aoibhin, hija de una gran amiga. El ambiente era muy de familia, ya que tanto el como ella tienen varios hermanos y hermanas, la mayoría con varios hijos. Los niños disfrutaban con ese despego tan característico de la infancia, en el cual el presente es lo único y lo más importante, a lo que se dedica toda la capacidad cognitiva y emocional. Mi hija estaba entre este contagioso grupo. Por su edad, las únicas que no corrían, pues todavía no caminan, eran Isabella y la cumpleañera. Isabella había crecido de manera impresionante desde su bautizo en Mayo. Su mamá (Karen) y papá (‘Fra’) nos contaban con orgullo lo bien que se había portado en el reciente vuelo a Cork, a donde fueron de vacaciones unos días, y lo mucho que habían disfrutado tanto ellos como sus padres, que también viajaron. Entre otras cosas, con Isabella en brazos, nos contaban también que en la noche tenían una cena ‘especial’ pues era su aniversario de bodas, y en los pocos meses de vida de Isabel, rara vez había salido solos. Los padres de Karen cuidarían a la bebe en su casa, para que pudiesen salir con calma y sin limites de hora. Luego de la fiesta, comentaba con mi esposa lo bella que estaba Isabella y lo contento que se veían sus padres.

Esta mañana me fui con mi hija a nadar, y luego a un festival de chefs Irlanda-Chicago en Botanic Gardens aquí en Belfast, pues para cambiar el sol nos acompañaba. Al llegar de vuelta a casa, escuche a mi esposa responder una llamada telefónica y de inmediato alzar la voz. Isabella murió mientras dormía.

Tengo los ojos de Isabella muy frescos en la memoria, y la impresión de lo rápido que puede cambiarnos la vida, a veces sin siquiera tener la oportunidad de luchar contra la muerte. Nuestra presencia en el mundo no es más que pasajera. De allí la obligación a escoger la intensidad con la que queremos vivir, las causas que queremos apoyar, la diferencia que queremos hacer, y la marca que queremos dejar a nuestro paso.